La princesa que no quería ser rescatada

...y el dragón fue testigo de cómo escalabró al príncipe.

30 noviembre 2006

Yo tengo un don.

Leyendo el blog de Reich (que seguro que no sabe ni que existo), he recordado que yo poseo una cualidad innata desde que nací, y no, no es el de encontrar trabajos no cualificados y mal remunerados (para eso no hace falta tener ninguna aptitud especial). Yo tengo el don de dar seguridad.

Desde tiempos inmemoriables, cuando alguien me ha contado alguna pena o algún problema, yo he sabido dar los ánimos suficientes para salir del paso. Yo confío en mis capacidades, yo no me considero inferior a nadie, yo soy lo que soy, yo me quiero mucho... Con esas máximas, y con algún otro consejito acorde con lo que veo y con lo que el afectado necesita, he dado altas dosis de confianza a sí mismo/a. Llegado el momento estrella, el momento cubre, todos los que me han comentado sus problemas han salido airosos de ello, han conseguido su propósito, sus sueños más próximos (y asequibles, claro está). Yo siempre opino de forma lógica, viendo las cualidades de la persona, la fortaleza y que si quieres, puedes. Y llegado este momento, el de la victoria para mis "víctimas del don", ocurre dos cosas. O me ignoran cuando han conseguido lo que deseaban, o se distancian de mí.

Tengo amigos (y enemigos) que eran como un diamante en bruto. Tímidos, apocados, temerosos con las chicas que recurrieron a mí, por diferentes motivos y en diferentes circunstancias, para pedirme consejo. Escuché todos sus problemas, otros problemas los deduje yo solita, y les sugería a cada uno cómo cambiar su actitud para afrontar su problema. Cuando tuvieron la seguridad suficiente como para actuar de otra manera diferente a la que solían hacerla, empezaron a destacar. El que un año antes era el friki del colegio, al año siguiente era el chico más popular del instituto. Era mi mejor amigo, y dejó de serlo cuando tenía a toda la población femenina mundial a sus pies, y se volvió clasista y estirado. Me ignoró, así de fácil. El que tenía problemas de pareja y de trabajo, tras nuestras conversaciones, optó por ser un trepa y echarse alguna amante. Todos ahora juegan con el físico, creyendo que es lo único que importa. Pero lo que verdaderamente importa, lo que realmente importa, está en el interior, y precisamente es lo que no muestran.

Con mis amigas (y enemigas) pasa lo mismo. Recurren a mí, como si yo fuera un médico para curar sus males. A veces, sin querer, alguna frase mía ha solucionado su problema. Otras, recurrieron a mí cuando se quedaron solas, sin pandilla, sin amigas. Lo malo fue que, cuando das confianza, hay quien se toma más de la que toca, por lo que me encontré varias veces prácticamente expulsada de la pandilla (que era la mía), para formar otra, llegar alguien de nuevo con esos problemas, y tener que quedarme en casa por hacerme la vida insoportable. Y así, hasta el infinito.

Más que un don, para mí es una maldición. Gente con complejo de inferioridad se convierte en egocéntricos. Yo sólo soy un instrumento. Lo malo es que atraigo a gente así. Todos intentan manipularme, humillarme y someterme cuando consiguen eliminar sus temores y sus problemas. Y, si no cedo, me ignoran, como demostrándome que, como ya no les resulto útil, como ya han conseguido lo que deseaban, yo sobro.

Mi madre siempre me dice que tengo mucha seguridad, aunque "un mar de dudas me hizo naufgragar". Transmito seguridad, y por lo que veo, es contagiosa. Quien toca mi polvo de hada empieza a volar solo.

A mí no me gusta este don porque al final, por muy buen amigo/a que sea el que esté intentando resolver sus dudas o encontrar una solución, acaba haciendo lo mismo que los demás. Y yo siempre pienso lo mismo: "¿Tú también, Brutus?"

Por supuesto, hay excepciones. Pero las excepciones simplemente se distancian de mí. Y también me duelen.

Hay cosas en las que me considero muy escéptica ya. Mi polvo de hada seguirá haciendo su trabajo aunque yo no quiera. La gente que me rodea me utilizará como herramienta para curar sus males, saciar su necesidad. Y yo, seguiré pensando y torturándome, para hallar alguna explicación científica a todo esto.

Y dicho esto, que empiece el jueves.

Etiquetas:

29 noviembre 2006

Mil averías más, por favor...

Llevamos toda la semana con parones en el trabajo debido a que falla la maquinaria. A pesar de que los mecánicos se tiran luego toda la noche reparando lo que se haya roto, y buscando qué puede ser lo que falla, seguimos en las mismas. Hoy nos han soltado a las ocho menos algo porque la avería ha sido importante, así que mañana, más. Se ve que las máquinas están como el tiempo: revolucionás.

Total, que he llegado a casa, me he duchado, y me he puesto con el curso... y con el msn abierto (no sólo de trabajar y culturizarse vive el hombre, diantres). Güeeeeno... pues se ha conectado ya-sabéis-quién, con quien he estado hablando durante un buen rato. Y entonces me dice que porqué hablábamos por el msn pudiendo vernos. Y yo joer, que tiene razón. Bueno, pues a los cinco minutos estábamos en el bar en el que habíamos quedado pidiendo unos bocadillos para cenar (uf, romanticón a muerte, el mío era de lomo con queso) La cena se ha alargado porque habíamos empezado a cenar muy pronto, qué leches, a aprovechar el carpe díem, como dice Leocrícia. Temas profundos, pues ni uno en toda la conversación, pero el chiste de "¿Tu mujer chilla cuando hacéis el amor?" "¿Que si chilla? ¡Sobretodo cuando me limpio en las cortinas!" ha sido lo más trascendental. Tras salir de allí, hemos reposado la cena con un paseíto, hemos mirado la cartelera de los cines, a ver si había algo interesante para el finde, y yo ya he querido volverme, porque ya llovía mucho y pasaba de mojarme.

Y caminando con los paraguas por la calle a velocidad tortuga (¿quién tiene prisa estando bien acompañada?)... me ha hecho cerrar el mío y meterme bajo el suyo... me ha pasado un brazo por los hombros... (y yo pensaba no tiene cojones a darme un beso), ha bajado el brazo hasta mi cadera (y yo: no tiene cojones), me ha cogido la mano en el camino (no tiene cojoooooones), me ha dicho que le había gustado mucho estar conmigo entre semana (no tieeeeeeeeeeene), le he dicho que el trabajo es el trabajo, y él me ha dicho que pronto encontraré un trabajo adecuado para mí... y me ha mirado con una carita de corderito... que más que ternura, me ha dado pena, por dios, si parecía a punto de ir al matadero en vez de estar paseando con la (supuesta) chica que le gusta. Y entonces me ha dicho:
-¿Puedo...?-y ale, vivan los puntos suspensivos, las preguntas en el aire y sin finalizar.
-¿Puedes...?
-Darte un beso.
-No tienes cojones- le he soltado (juro solemnemente que semascapau). BraulioProf se ha reído.
-¿Que no...? Ahora verás...

Bueno... Qué puedo decir después de esta noche... Literalmente, lo que se dice cojones, no sé si tiene. Pero intención... diosantodemivida. Me ha absorvido todos los poderes. He dejado de ser persona. Eso sí, menos mal que llovía y que no había casi nadie en la calle, porque vaya espectáculo...

...Vaya.

...La leche.

...Jorl.

...Y yupi. XD

Actualización de las 0:47: Qué tío, ahora me intenta seducir por el msn!!!!!!!!!! Aaaaaaaargh!!!!

Actualización de las 0:49: ¿Alguien sabe cómo escoñar el generador central de mi trabajo sin dejar huellas? Es para mañana por la tarde.

Etiquetas:

28 noviembre 2006

Hay una mandarina para tí

Ayer estaba en el trabajo cuando se acerca una de las encargadas con una sonrisa de oreja a oreja.
-Jeje... Tú eres Aldonza, ¿no?
-Si, claro...
-¿Y sabes si hay otra Aldonza en la empresa? Porque yo creo que no...
-No, que yo sepa...
-Pues mira, tengo una mandarina para tí.
Y como la Gemio en su programa, me pone en la mano una mandarina en la que se veía bien claro un nombre escrito a bolígrafo: AL-DON-ZA.

A mí me entró la risa, porque según contaba ella, entre los millones de mandarinas que vemos al cabo del día, teniendo que quitar lo podrido, lo manchado o las más feas, las deformes y las que no te comerías bajo ningún concepto (ni aunque te pagasen por ello), alguien tuvo el ojo lo suficientemente avizor como para ver que una mandarina tenía un nombre escrito. Llegamos a la conclusión de que alguien del campo se aburría, y escribió su nombre, o el de su chica, o a saber qué. Sea como sea, tuve el placer de saborear una mandarina que tenía toda la pinta de ser para mí. Y entre doscientas personas, que alguien tuviera la suficiente memoria de recordar mi nombre.

A ver si ahora me pasa lo mismo con un maletín lleno de billetes de 500, pero lo veo complicado. Je je je... Pero nostaríanadamal... ¿eh?

Eh, que lo de ayer es uno de mis bajones (que a mí siempre me entra la neura por algo). Yastoy bien (de momento jejejeje).

Y he rectificado el enlace de Jabi, que estrena blog. Recemos para que a este chico no le pase nada (si no sabes tú con quien has dao) (yo te he avisado ;D)

Etiquetas:

27 noviembre 2006

La princesa está triste... ¿qué coño le pasa ahora a la princesa?

Y todo por la frustración de no encontrar un empleo que me satisfaga (tiene cojones esta conjunción verbal). Durante toda la vida he estado escuchando lo que valgo, la de recursos que tengo que los demás no tienen, las madres de mis amigas me han tenido como una superheroína polivalente y polifacética, que siempre estoy haciendo algo, la de envidias que ha despertado esta virtud en mí... pero no tengo suerte. Y eso que en este trabajo me encargan cosas que sólo hacen las expertas. Si los cazatalentos buscaran a alguien con aptitud para los trabajos manuales, yo sería un filón, un diamante en bruto (para esto no hace falta que me lo diga nadie), pero es que es triste y lamentable tanto talento para lo que no quiero dedicarme y tantas ganas reprimidas para lo que quiero ser. ¡Y anda que alguien me da una oportunidad!

Pero yo no pararé hasta conseguirlo.

Y que vale, que yo puedo hacer muchas cosas, pero las cosas que me están saliendo no son lo que quiero para mi futuro próximo, ni lejano. Me han ofrecido trabajo de limpiadora, pero va a ser que no. Rotundamente no, prefiero romperme la espalda en donde estoy ahora. Estoy harta de mocos negros, de limpiar lo que otros ensucian. Por primera vez en mi vida me niego a un trabajo bien remunerado, pero esta vez ya es por amor propio, porque eso sería hundirme aún más en sentido laboral. SI no tuviera otra cosa, vale, recordad que me dediqué a ello antes de encontrar este trabajo, y no era la primera vez, pero no volveré cuando puedo elegir entre trabajos no cualificados. Yo no he estudiado para estar en esta situación. No sigo estudiando para nada. No sigo formándome para nada.

Lo bueno de este trabajo que tengo ahora es que me desfogo. No necesito un gimnasio para librar tensiones ni muscularme, ni hacer pesas. Allí tengo eso, y mucho más, y encima me pagan por ello.

Lo admito: estoy frustrada.

Y aunque mi mente viaje por otros derroteros y me distraiga, sé cuál es mi realidad. Utilizando un símil es que me estoy marchitando, pero la procesión va por dentro, nadie sabe nada. Con lo que yo me quiero y verme así...

Me he acordado de una entrevista de trabajo para un puesto en un hipermercado más cercano en el que yo estaba. Yo reunía todos los requisitos para ser la elegida. Yo tenía experiencia, lo tenía absolutamente todo. Tras el psicotécnico, salimos al hall de la agencia, en donde un padre esperaba a su hija. Al preguntarle de qué iba el trabajo, la hija le contestó: "Bah, vámonos, que es para doblar". Y se fueron. Seguro que ella tiene ahora lo que yo no tengo. Un trabajo digno acorde con sus estudios.

Algo falla. No sé qué es, pero algo falla. No soy envidiosa, ni mucho menos. Pero me da rabia no encontrar un sitio en el que caerme muerta.

Vale, ya termina el post deprimente. Pero mira, por lo menos me desahogo un poquito.

Etiquetas:

26 noviembre 2006

Problema matemático

Si A le dice a B que jamás había conocido a nadie como ella, que se lo pasa muy bien a su lado, que se ríe mucho con ella, que es divertida, que le encanta, que quiere saber de ella a todas horas, que no se cansaría nunca de estar a su lado, que le gusta muchísimo, que no hace nada más que pensar en ella...

Pregunta: ¿dónde está el beso? ¿eh? ¿EH?

Joer, con lo mal que se me dieron a mí las matemáticas... A ver si va a ser por eso.

25 noviembre 2006

Las comparaciones son odiosas

Alfonsa tiene la increíble capacidad de hacer que cualquier santo varón en el que se fije, caiga en sus redes en menos de lo que canta un gallo. En cambio, la que aquí escribe, tiene la envidiable capacidad de hacer que cualquier varón en el que se fije, salga corriendo en dirección contraria en la que ella esté, sea cual sea el motivo. Y yo, que me estoy hartando de ser demasiado buena, quiero conseguir lo que me propongo por una vez en la vida. Como dijo Oscar Wilde, el único modo de evitar la tentación es caer en ella, y eso quiero, o por lo menos lo intento. Otra cosa es que se deje el mozo. A ver si voy a dar, con lo grande que es el mundo, con el único chico que quiera respetarme.

Pero a ver, que yo me entere. Si Alfonsa tiene carisma para conseguir lo que se propone, yo no, así de simple. Si comparamos nuestras armas de mujer, las mías son mucho más grandes que las suyas, reclamo indiscutible... pero nop. Que algo falla. A ver si me voy a tener que poner en serio a opositar para mujer objeto y dejar de hablar de temas profundos, o banales, y tener palique para todo. Yo creo que con reirme sería suficiente (¿no hacen eso las chicas así?) ante cualquier chorrada que soltara el buen mozo. Pero creo que me ha calao, porque sabe que de superficial no tengo nada (por mucho que ahora quiera demostrarle lo contrario). Sea como sea que salga la cosa, mis armas de mujer deberían de ser más que suficientes para que se lance en plancha sobre mí, esta noche, ya mismo debería estar cayendo sobre mí. Pero también creo yo que me corto demasiado, o que cambio de tema. No sé. Es que no sé.

Estoy hecha un lío. También estoy necesitá. MUY necesitá. Así que sólo espero una poca de esa suerte divina para que el susodicho tenga piedad en saciar mis apetencias (qué fisna, oiga).

Quiero decir algún día (y no recuerdo si escuché o leí esto) que tendré que ponerme celo para que no se me caiga el tampón.

(Lo siento, lo siento, ya sé que no es mi estilo :P)

Que la suerte me acompañe, por lo menos de aquí a la esquina.

Etiquetas:

24 noviembre 2006

Pos va a ser que no.

He salido de trabajar a las 11. Mañana entro a las 6, y se espera un día muuuuuuuuuuuuuy largo.

Lo malo de estos trabajos es que estamos en la temporada de no saber exactamente a qué hora puedes salir. Bueno, no tengo que quejarme. La semana pasada fue muy completita y debería conformarme. Ahora no tengo el cuerpo pa ná, necesito irme a la cama a la de ya, con el pelo mojado, si ya no me importa cómo me levantaré mañana (y además, trabajando con cofia, qué más da los malos pelos que tenga).

Quiero un trabajo normal. ¿Tanto pido? Y no uno temporal, con turnos raros, que se alargan hasta el infinito y más allá. Y quiero un chalet con piscina, arriba en la montaña, sin vecinos que me molesten. Y quiero un cochazo, y chófer buenorro. Y quiero que Beckham venga de rodillas suplicándome que le muestre mis más ocultos encantos.

Total, por pedir...

Nuevo enlace: Jabi (si, nuestro Jabi) tiene un blog (hummmm qué calladito se lo tenía). Pasen y vean. Apto para todos los públicos.

Ps: Jabi, no sabes la de desgracias que les ocurren a los blogs que me enlazan, así que córtate y, si estimas la vida de tu blog, tatequieto.

Etiquetas: ,

Y cuando acaba el año... el mogollón

Hace un par de posts que hablé de unas oposiciones que aprobé yo y medio mundo, de la cual sale ya mismo la bolsa de trabajo y, of course, la elección de destino de los primeros de la lista. PERO es que además, ha salido la otra, que aprobamos el otro medio mundo que quedaba y yo, por lo que ya puedo ser un pelín más feliz que ayer, pero menos que mañana (o eso espero gracias al bote del Euromillón).

Porque lo bueno de estar en una lista es estar (excepto cuando se trata de una lista negra), y como lista, lo que se dice lista, no soy mucho, pues nada, aprovecharemos el temporal y dejaremos que la marea nos lleve a buen puerto o, por lo menos, que algún transatlántico de lujo nos rescate y deje que utilicemos todos aquellos placeres que nos son vetados.

Más: me he apuntado a un curso de inglés (os estoy oyendo reir) que no sé cuándo empezará (viva la formación contínua) (on line, por supuesto) (y gratis) (jua jua), no sé si os lo dije. Bueno, salga como salga la cosa, podré decir mai tailor is rich con una pronunciación perfecta digna de los habitantes del centro de Soumpthamthom, o como se diga (y si no se llama así, le cambiamos el nombre, que sin problema) (y que se jodan) (les ha tocao)

Y como no tengo ni idea de cómo lo tengo este fin de semana en cuestiones laborales (trabajamos según pedidos), no puedo hacer planes con nadie (léase BraulioProf), así que aprovecharemos si salimos pronto del tajo para una copilla o dos. Quería que nos fuésemos de comida a un chalet que tienen unos amigos (bueno, sus padres) cerca de aquí, pero casi que no cuenten conmigo. Primero, por mi incompatibilidad de horarios con él y con todos los mortales del mundo. Y segundo, porque me da palo llegar con él a un sitio lleno de gente que apenas conozco o no conozco de nada, y ser su acompañanta oficial de turno. Total, si ni siquiera ha osado darme un besito y ya quererme presentar en sociedad... sin anestesia ni ná...

Y tengo un problema. Enorme. Es que Alfonsa tiene una boda y no le gusta nada de lo que tiene, por lo que quiere venir a revolucionarme el armario y ver qué tengo yo que le guste para la ocasión. Ya veréis cómo el famoso vestido turquesa que-se-te-sale-una-teta-niña será en el que se fije (como que es el nuevo, no nos conocemos ni ná) El problema no es dejarlo, sino cómo me lo devolverá... (lo dicho: anda que no nos conocemos ni ná)

Bueno gente del mundo: me piro a mis quehaceres diarios. Las piernas siguen siendo una selva insondable, gracias por vuestro interés, pero espero remediarlo ya mismo, no sea que tenga un accidente, y me vean en semejante estado y piensen... Bueno, ya sabéis lo que se suele pensar (joer, si lo hago hasta yo).

Sed felices cual perdices.

Etiquetas: , ,

23 noviembre 2006

Extraña

Cuando empecé las clases no imaginé que ese chico que se presentó como el profesor del curso, unos meses mayor que yo, iba a tener algún interés en mí. La verdad es que el mirar únicamente a una persona, y el admirarla por lo que ves, no te aporta nada más que una grata visión. En cambio, cuando empezó a entrometerse en mis conversaciones tan informales con Fräulein y a participar en ellas, me enseñó que, además de curioso, era un buen conversador.

Tras esa imagen de niño malo, se escondía una persona muy sencilla. Me gustaba cómo se sonrojaba cuando bromeaba con él. Me gustaba la paciencia con la que explicaba algún punto del tema que no entendíamos. Me hacía mucha gracia cuando perdía la paciencia y se quedaba riéndose sin decir nada, moviendo la cabeza de un lado a otro. Yo lo veía atractivo, sólo eso, pero mi interés en él era casi nulo. El curso me hizo mucho bien porque entretuve mi cabeza para no pensar en lo que no debía, y en decidir qué era lo mejor para mí. Mi vida tenía que seguir, y ese curso fue un gran alivio. Aprendí mucho, pero conseguí, más que olvidar, no pensar. Y hasta hoy.

Casi a mediados de curso, yo ya estaba convencida de que el interés que tenía BraulioProf en mí era real, no era nada que pudiera imaginarme. Además, yo no estaba pendiente de él. Pero si, por una de ésas, se sentaba a mi lado para realizar algún ejercicio en mi equipo, siempre hacía que su pierna rozara la mía. Yo me apartaba, creyendo que era un accidente, pero cuando era siempre y cada vez cuando lo hacía, entendí que no era fortuito. Nunca era fortuito. Al explicarme las cosas, bajaba la vista y miraba la pantalla o al teclado, pero cuando me miraba, notaba un rubor leve en su cara. Y yo me ponía nerviosa. ¿Se sonroja al mirarme tan de cerca? A veces, al explicarme las cosas, se quedaba en blanco y me tenía que preguntar qué me estaba diciendo. Algunas veces era yo que, pendiente de su comportamiento, dejaba de escuchar, y tenía que decirle "mira, empieza desde el principio", y así él no notaría que yo también me fijaba en él.

Desde que terminamos el curso, pocas veces han sido las que he hablado con él. Me lo crucé un par de veces por la calle, y coincidimos alguna vez en el msn. Y tanto en unas como en otras, se nos iba el tiempo hablando de nada en general. Aún pienso que no lo conozco lo suficiente, que no he compartido con él más que algunas cosas, y que no confío en él como podría hacerlo. Pero no me desagrada en absoluto. Y el que nos hayamos encontrado este fin de semana , y el que hayamos estado juntos tantas horas, me ha gustado mucho. Somos diferentes, no veo en él a un alma gemela ni nada parecido. Conectamos, nos caemos bien y nos gustamos, pero creo que, salvo eso, no hay nada más. O nada más de momento. A mí me costó mucho salir del bache y ahora, el verme cortejada por un nuevo galán... me hace sentir extraña. Es como el refrán que dice una mancha de mora con otra verde se quita. No sé si se quita. Y si se quita, no creo que sea así. Lo que sé es que no quiero estar eternamente de duelo, a lo Bernarda Alba.

Esta noche se ha conectado al msn y me ha tenido entretenida, a años luz del curso que estoy haciendo, preguntándome por el trabajo, o si podemos quedar este fin de semana. Mirad las horas que son. Ya estará dormido. Yo aún sigo despierta.

Y lo que me da miedo es que alguno de los dos se haga daño si esto empieza. Porque sé que yo no seré la que más sufra.

Es que no veo dónde está la gracia si haces daño a otra persona en estas cosas...

Etiquetas:

21 noviembre 2006

Sorpresa, sorpresa (acompañameeee...)

A buenas horas, mangas verdes.

Hace un tres años me metí de lleno en el salvaje y peligroso mundo de las academias de oposiciones, a las que acudía puntual como un reloj, y más me valía así, después del pastorro que me sacaron. Ya que estábamos, pues además de lo mío, me pillé algo más. Hay que hacer un pequeño inciso. Mi carrera pertenece al grupo "Especial", debido a que se necesita una titulación especial para un puesto de trabajo en concreto. El grupo de administración "General" es todo aquello que no necesita una titulación especial para el puesto. Aclarado esto, sigo. Bueno, pues ese año me apunté a la tira de oposiciones. Unos exámenes los suspendí, cómo no. Otros los aprobé, de ahí que entrara en el Ayuntamiento. La cosa fue que me dio por presentarme a oposiciones para el grupo de Administración General (auxiliar y administrativo), y aprobé en los dos grupos. Lo que suele pasar en las oposiciones es que aprueba más gente que número de plazas hay, por lo que no todo el mundo que aprueba acaba siendo funcionario. PERO el aprobar los exámenes significa que, por lo menos en donde me presenté, entras en la famosa Bolsa de Trabajo, de la cual te pueden llamar para una sustitución y, si tienes más suerte, como interino, y estarás allí hasta que salgan otras oposiciones y esa plaza salga convocada (como ejemplo).

Años ha de ello, que ya no me acordaba ni de que se acordarían de que se hizo un examen y se hizo una baremación de puntos con el famoso concurso (titulaciones, cursos oficiales, meses trabajados con ellos...), cuando me entero de que ¡oh! ¡abren la bolsa de trabajo!. Yo era virgen en esos menesteres, mi tierno cuerpecillo jamás había pisado una oposición, pero salí airosa del asunto. Aprobé, y como ví que no escocía, y ví que era bueno, seguí presentándome a otros exámenes que surgieron con distinta suerte. Con o sin suerte, la bolsa de Administrativos se inaugura, y según el puesto en el que me haya quedado (más o menos la mitad de 5000), me llamarán como de aquí a cuando cumpla los 40, teniendo también en cuenta que alguien que vaya delante de mí se retire de la lista por un matrimonio multimillonario, por un euromillón, o similares pensando bien (o que se muera, siendo mala). Pero como está mal ser mala, esperaré pacientemente a que me toque mi turno (hagamos una porra: yo digo que dos años y me llaman).

Pero (suspiro)... ¿tendré tanta suerte cuando salgan los exámenes de lo mío? (¿O más?)

Por lo que veo, atisbo un horizonte, pero aún parece lejano. Acerquémosnos pues que esto promete y yo estoy pelín hartita de tanta frutita (¿y a que no sabéis qué como de postre ahora?) (adivinásteis: naranja) (un desatascador para los premiados)

Bueno, me voy a poner con el curso que este tema me está costando... Buenas noches.

Etiquetas: ,

Entre semana está MA (se-MA-na... ¿lo pilláis?)

Hoy es de esos días en los que escribo y no tengo nada que contar. Ayer BraulioProf me mandó un correo para preguntarme si estaba enfadada con él y le contesté que no. Luego me llamó al móvil y estuvimos un par de minutos hablando, pero tenía que entrar a clase y lo dejamos ahí. Luego me mandó otro correo contándome cómo es su nueva clase, un grupo de personas mayores que tocan por primera vez un teclado y un ratón. Menos mal que paciente es un rato y, encima, sabe dar muy bien las clases, por lo que si a mí me enseñó Dreamweaver, a ellos les enseñará cómo va un ordenador.

En el trabajo... bien. Pero no bien, como siempre. Me explico: yo, bien (de momento). Lo que pasa, es que cuando es temporada de lo que sea en una fábrica, cogen a mucha gente, pero no se conforman con lo que haya. No, por lo menos en ésta son bastante exquisitos. Unas cuantas cabezas van a ser cortadas porque al dueño no le gusta cómo trabaja cierta gente. Ayer, una compañera me decía quiénes estaban en la picota y... hombre, es que los ejemplos que me puso son... tela. Una de ellas, al ser regañada por una jefa, en cuanto le dio la espalda, me empezó a decir que le rompería los dientes como le volviera a decir algo. Yo le dije que la que tendría que tener mucho cuidado, era ella, porque sólo por esa frase, si la oía quien no debía, podía irse a la calle ipso facto. La chica se calló y ya no me dijo nada más. Gente... polémica, hay (por llamarlas de alguna manera), pero que la regañaran por perder el tiempo, mientras que le pagarán luego igual que a mí, y encima se ponga chula, pues como que no. Eso si: si alguien se entera de frases así, no será por mí, que yo vengo a trabajar, no a meterme en fregaos, y menos, ajenos.

Así que ahora me voy a poner con mis cosas antes de la comida. Hoy hace frío, el tiempo se está estropeando... Menos mal que, en el trabajo, no lo noto.

Cuidáos.

Etiquetas: ,

19 noviembre 2006

¿Jugamos?

Hoy me he levantado a mediodía, para qué decir lo contrario. Necesitaba dormir un poco más, ya que luego yo no soy de siestas. Las patas de la máquina de coser se han quedado sin limpiar (necesito algo para pintarlas y que dejen de oxidarse), pero tengo un nuevo cuadro colgado, tengo ya dos cejas de nuevo (las piernas siguen igual de peludas, para qué decir lo contrario), y el curso va bien, ya me he puesto al día. Mi madre me ha estado preguntando qué hice anoche, y yo le dije que por ahí con unos amigos. Fijáos, mentir (u ocultar cositas) a mi madre a estas edades... jorl, parece casi infantil, pero es que me da palo decirle que había estado con un chico que ni era nada mío, ni había tenido nada con él y, visto lo visto, a saber si lo tendré... No sé si se lo tragaría (acordáos del que me invitó a pasar un fin de semana en Andorra, que hacía meses que ni lo había visto), pero malpensada es un rato... Así que he evitado que se torturara con las maldades de su hija, la devorahombres (je je je je... devoraqué?) (devorabarquillos, mejor dicho)

Tras la comida, me ha llamado Belén (la desaparecida) para tomar café, así que me he ido a su casa y he estado con ella y los niños. Cuando los vástagos se han ido a jugar a la habitación, ya hemos hablado de cosas más de nosotras. Le he contado lo de BraulioProf, y hemos estado analizando la situación. He acabado riéndome porque me recordaba a la protagonista del libro "Finalmente juntos" (ahora no recuerdo los autores, que son dos, y son chico y chica), en el que ella llevaba seis meses sin salir con nadie (digamos estar con nadie) y conoce a un chico que no es el que ella quiere que esté, y empieza a rallarse. Yo me rallo mucho, tengo una imaginación infinita, y he acabado descartando ante Belén las supuestas intenciones de BraulioProf (si me va a pedir en matrimonio, si me va a decir que soy la mujer de su vida, si me va a pedir que me vaya a vivir con él, si me va a pedir un hijo...), hasta llegar a la más lógica o la más... lógica: quiere un kiki con-mi-go. O sea, practicar coitos. Coitar. Ya sabéis. Belén me ha preguntado si está bueno. Yo le he dicho que claro que está bueno, si no, a qué santo me rallaba tanto por un tío si no me interesara ni un poquito (no como con el Hombre Baba, que ni me lo planteo), por lo que Belén me ha contestado que me diera un homenaje con él. Total, que no todo fuera unilateral. Y yo le he dicho que no pienso pillarme por él ni por nadie. Belén se ha reído y me ha dicho que eso lo digo ahora. Vale, lo digo ahora, pero sé lo que NO voy a hacer. No voy a volver a pasarlo mal por nadie. No voy a volver a llorar por nadie (salvo que sea en caso de muerte). Y para darnos un gusto pal cuerpo, Belén ha puesto el dvd de X-Men III, en donde he visto cómo Jean (la odio) le ha pegado un morreo a Lobezno que me he cagado en sus muelas. Belén, entre comentario y comentario, me ha dicho algo como:
-Cuando veas a BraulioProf, absórvele los poderes de la misma manera.
Y vaya... que lo haré, pero cuando llegue el momento oportuno ( es que llegar cuando lo vea, así, sin anestesia ni ná, y antes de que él terminara la palabra hola hacerle un shurrrrrrrrrrlllllllllp y dejarle sequito, pues como que queda un poco rápido)

Tras la película, nos hemos ido de paseo con los niños. Me ha estado contando sus rollos sentimentales, y las pocas ganas que tiene de pareja. Le he preguntado si seguía en pie la oferta de hacernos lesbianas (trato hecho hace la tira) , y ella dice que si, pero que ganas no tenía en ese momento. Yo tampoco, claro. He mirado el móvil un par de veces, pero no tenía ninguna llamada perdida. Ha anochecido, y BraulioProf no me había llamado aún. Belén me ha dado el pésame, yo le he dado una colleja, nos hemos despedido y, al llegar a casa, me ha llamado el gran ausente. El móvil parpadeaba su nombre, pero he vuelto a meter el teléfono en el bolsillo y he subido a casa. Ha vuelto a sonar, mientras mi madre me decía que cogiera el teléfono, y yo le he dicho que lo dejara. Cuando ha parado, lo he puesto en silencio y me he ido directa al ordenador, con el curso.

Si esto es un juego, que gane el mejor.

Etiquetas: , ,

Oro parece, plata no es...

Tras el abandono de anoche (que no me resultó especialmente doloroso), Alfonsa ha reaparecido con una gran sonrisa satisfecha en esa boca que le hubiera roto de un sopapo si no llega a ser porque la cosa se arregló un poco al final. A la hora del café, me comentaba que ElHombreBala era, como su nombre indica, muy lanzadillo, pero ella encantada, oiga. Vaya, que se lo pasaron muy muy muy bien. No he querido, a pesar de sus intenciones, saber ningún tipo de detalles del encuentro que, al parecer, lo hubo, y muy bien encontrado. Así que cuando me ha soltado que había quedado con él de nuevo para esta tarde, ya no me ha extrañado. Total, qué podía esperar de un fin de semana que parecía perfecto... Yo ya me hacía mentalmente otros planes, cuando me pregunta que qué tal con BraulioProf.
-Bien.
-Pero... ¿cómo de bien?
-Pues... bien.
-¿Y ya está?
-Pues si.
-¿Y no pasó nada?
-Pues no.
-No me lo creo...
-Pues no pasó nada.
-Qué tonta, si está como un tren y se le veía muy interesadito en tí...
-Que no digas tonterías...-pero mi subconsciente decía con risilla nerviosa: "¿....Siiiiiiii?"
Tras varios minutos de luchas internas entre nosotras, acabó sugiriendo que podríamos quedar con ellos esta tarde, hasta acabar confesando que había quedado con ElHombreBala y con BraulioProf con la condición de que yo tenía que ir. Y eso que esta mañana el muy jodío no me había comentado nada por el msn... Yo, atacá. No es que desde que conociera a mi exprofe haya tenido todas las noches sueños eróticos con él, ni que todos los días estuviera deseando verle... pero... vamos, que indiferente del todo, no me resulta. Es que es el único santo varón que me rodea que no me resulta indiferente -bueno, él y Fräulein, que también tiene su cosa-. Mientras Alfonsa hacía a la perfección su papel de chivata (ElHombreBala también tiene veloz la lengua), me informaba de que el interés de BraulioProf por mí era real, comentado por ElHombreBala. Yo ya veía en clase que algunas cosas no eran normales. Un roce, una miradita... a veces no me aguantaba la mirada, y otras veces le sorprendía mirándome. Otras, a veces parecía que la clase me la daba sólo a mí. No dudó en pedirme el msn cuando se lo pidió a otra gente -no a toda- y me encontré con la sorpresa de que yo era la única a la que había agregado al msn casi el mismo día. Y claro, hubo quien se ofendió por ello "¿y a mi no me agrega...?". Pero vamos, que durante estos meses que hemos compartido aula y alguna comida con el resto de los compañeros, si he podido mirarle bien, lo he hecho, y sin que él se diera cuenta. Físicamente es muy mono -y eso que se considera muy friki-. Divertido es. Tiene conversación. ¿He dicho que es mono? Bueno, pues rectifico: está cañón. Sea como sea, Alfonsa ha acabado diciéndome dónde y cuándo quedábamos esa tarde con ellos, pero a mí me ha dado corte -que si, que me da mucha vergüenza- y he declinado la invitación. Antes de irme, le he dicho que me iría al centro comercial a mirar unas cosas... y en qué hora se lo he dicho...

Al llegar al centro comercial en autobús, lo primero que he hecho ha sido irme directa a la sección de libros. Por lo visto, la gente de por aquí ha tenido la misma idea que yo: vamos al centro comercial de paseo. Y eso se sabe porque ninguno llevábamos carro. Yo quería sellar la garantía de la lavadora (que la teníamos aún sin sellar), pero como había una cola del copín en el mostrador de Gama Blanca, pues me he dado un garbeo por la sección de cultura... cuando me he encontrado de morros con otro ex mío: mi ex jefe. Con su enorme sonrisa maquiavélica se me ha acercado, eufórico, para saludarme, mientras yo buscaba un hueco entre la gente para escapar, pero el muy cabroncete me ha pasado una mano por los hombros y, señalándome, le ha dicho a su compañero: "Esta... Vamos, jamás he tenido a nadie como ella... Era la leche, la mejor..." Parecía un halago, por lo que me he librado de su brazo y le he dicho: "Eso, me lo pudiste decir hace años, bonito, ahora no me sirve de ná". Total, que me invitaba a un café, y yo le he puesto de excusa que me iba a sellar la garantía. Y el muy (.......................) ha llamado a un dependiente de electro ¡y le ha dado mi garantía para que la sellaran!
-Y ahora, a tomarte un café y me cuentas... Luego lo recoges, que ya estará firmado...
-Mira, que te pongo una reclamación ya mismo...-le decía yo. Bueno, pues nos hemos ido a tomar un café los tres. Mi ex jefe ha terminado contándome los destinos del resto de compañeros que tuve, otros se lo dejaron por otra cosa... Lo típico. La sorpresa ha sido cuando, al despedirme de mi ex jefe, me he dado cuenta de que BraulioProf estaba entrando por la puerta principal... y me ha visto. Sé que me he puesto colorada, se que me he puesto pelín nerviosa... BraulioProf se ha acercado sonriente.
-¿Qué haces por aquí?
-A por una cosa. ¿Y tú?
-Alfonsa me había dicho que estarías aquí... ¿Te molesta que haya venido?
La verdad es que no me ha molestado para nada. Sorprendido, si, pero nada más. Mientras yo recogía la garantía le he contado que había estado tomando café con mi ex jefe, recordando viejos tiempos y tal. Y me ha dicho (.....huy) que tengo algo que hace que luego la gente me eche de menos cuando ya no estoy. Entonces me he acordado de que me había cargado todos los calcetines de media que tenía, así que le he dicho que se viniera, que me iba a ver haciendo algo que ningún chico me había visto hacer jamás. Cuando le he dicho que era comprar medias, me ha parecido que suspiraba aliviado (¿aliviado?) (¿qué se creía que iba a hacer?), por lo que hemos salido con la garantía y mis medias hacia su coche.

El resto de la tarde hemos paseado por las tiendas, hemos mirado ya algún regalo para navidades, nos hemos tomado un refresco y hemos acabado reservando una mesa en un bar para cenar. Hasta me ha esperado debajo de casa a que me cambiara de ropa. Mi madre me veía salir arreglada y me ha dicho que no volviera tarde, y yo que si, claro...

Al final hemos cenado juntos. Hemos pasado de Alfonsa y ElHombreBala porque, parece ser, que delante de BraulioProf, se habían tirado casi todo el tiempo metiéndose mano delante de sus narices. Y nos hemos tirado toda la cena hablando de mil fruslerías, riéndonos a carcajada limpia, y dando cuenta de una botella de tinto.

Y después de la cena... ¡marcha! Nos hemos metido en el pub en el que coincidimos ayer y nos hemos tomado alguna ronda de más. Dios, me duelen las mandíbulas de tanto reir. Hemos bailado un poquito (tiene mérito este chico, no me gusta bailar, y menos con nadie) (je je je je), y hemos hecho una pequeña ruta hasta terminar en otro pub más tranquilo, en el que nos hemos tomado la última (la mía sin alcohol ya). Me ha dicho que mañana tiene cumpleaños, y que tenía que irse pronto a casa, por lo que hemos caminado hasta la mía -y eso que hay un buen paseo-. He dejado que me pasara un brazo por los hombros. He dejado que después me cogiera de la mano. Pero al llegar a casa, nos hemos vuelto a despedir con un par de castos besos. Cachis, he pensado, ahora se corta... BraulioProf me ha sonreído en silencio, parecía que me iba a decir algo, pero no ha hablado. Me ha dicho que mañana me llamará cuando termine en el cumpleaños, pero que no sabía una hora exacta. Le he contestado que si no nos vemos mañana, podemos vernos otro día... Ha vuelto a sonreir... Y, sin soltarme de las manos, me ha dado otro beso en la mejilla, y se ha ido tan contento...

No sé si mañana me llamará. Me lo he pasado muy bien con él, me he reido un montón, el tiempo se me ha pasado volando, me pone muchísimo... pero... no sé. Algo me falla. Me siento rara. Me siento extraña.

Y no, no me estoy enamorando.

Ps: Dejadme librar hoy de etiquetar el post. Me muero de sueño...

18 noviembre 2006

El malo del cuento

Anoche, cuando coincidimos Alfonsa y yo en un pub con BraulioProf y sus amigos en un pub, no pensé que hubiera más que unas conversaciones, un par de saludos y ya. Pues no. Alfonsa, esa gran descubridora de hombres, encontró en los amigos de BraulioProf una mina de descubrimientos por realizar. Mundos por explorar. Y yo, casi queriendo salir por piernas -a pesar de haberme pimplado un par de cubatas y estar feliz como una regaliz-, veía como, si no quería irme a casa, tenía que esperar a que Alfonsa decidiera con cuál quedarse -ojo, que todos estaban encantados-. No se cortaba un pelo en susurrarme de vez en cuando al oído:
-Chica, chica, chica... qué amistades te gastas tú...
-¡Pero si no los conozco de nada...!
Bueno, a todos, no. A uno si, y no mucho. Pero me sirvió como bálsamo para la espera. BraulioProf, muy divertido, el muy bellaco, se mofaba de mí porque veía que tendría que volver a casa sola. A mí no me gusta el acoso y derribo, pero que mi amiga hiciera un cásting entre los amigos de mi ex profesor... como que me daba un poco de corte (bueno, mucho corte). Así que me acerqué a mi amiga (por una vez en mucho tiempo que podíamos salir juntas una noche), y le dije que si se iba a esfumar con alguien, que me lo dijera, así me ahorraba la espera y yo me iba ya. Me dijo que no, que nos iríamos juntas a casa. No quise ser una cortarrollos, pero ella me estaba cortando el mío. En plenas negociaciones, BraulioProf y un amigo se nos acercaron, el amigo -llamémosle ElHombreBala- se llevó a (una encantadísima) Alfonsa a la barra y BraulioProf me dio conversación, mientras me decía que dejara estar a mi amiga.

Me sentó como un tiro.

La gente que me conoce sabe que tengo una cara en la que expreso todo lo que siento. Vamos, que no adopto cara de póker, sino que se me nota lo que me pasa por la cabeza. BraulioProf se dio cuenta, y empezó a disculparse, que si no quería decir eso, que si tal, que si cual... Le dije que yo me iba, que no quería seguir cortando rollos a nadie, y que ya nos veríamos. Hice caso omiso a sus ruegos para que me quedara, al tiempo que fui a buscar a Alfonsa para decirle lo mismo. BraulioProf seguía detrás de mí, insistiendo, hasta osó (qué valiente él) cogerme de un brazo para que no siguiera caminando. Pero con una sonrisa le dije que me iba a ir a casa. Me dijo que no me fuera sola, que me acompañaba. Y yo (aaaaaaaaargrh!!!!!) le dije que no hacía falta, pero me dijo que sí que lo iba a hacer. Y que total, sabía dónde vivía por la ficha de la academia. Me entró la risa. Le dije que vale. Fue a por su chaqueta y salimos.

Acabamos sentándonos en la barra de otro pub, en donde estuvimos riéndonos un rato largo. Hablamos de los compañeros del curso, de mi supertrabajo (se rió también, pero me dijo que no me rindiera) y de mil cosas más. Y me entró la neura de qué podían tener en común un informático y una persona como yo. Por lo menos, sentido del humor. Estuvimos largando cosa mala mientras me descubría a mí misma mirarle esa barbita, esos pelos mal peinados con gomina, ese aspecto casual, esos vaqueros que le sentaban de muerte y resurrección, esa sonrisa pícara... Este chico tiene un aspecto de malo malone que no puede con él.

Acabamos camino a mi casa cuando cerraron los pubs. De Alfonsa y su amigo, nada supimos. Hablamos en volver a vernos algún otro día, en tomarnos alguna copa. Le dije que si. Me dijo que se alegraba de que hubiera dicho que si. Tras dos castos besos,me despedí de él y me metí en la portería de casa. Al subir al ascensor, me dí cuenta de que estaba roja como un tomate y que el corazón me latía a mil.

Ahora mismo BraulioProf se acaba de conectar al msn. Me pregunta qué tal he dormido. Le he dicho que bien. Lo que no pienso contarle es el sueño que me ha hecho tener esta noche...

Etiquetas: , , ,

17 noviembre 2006

Los cielos abiertos frente a mí.

Estoy de fin de semana (risa maquiavélica). Y más de uno dirá: y yo. Ya, pero es que desde que empecé a trabajar es el primero que libro XP, por lo que ya me estoy yendo, ya me estoy yendo, como que ya me voy de fiestaaaaaaaaaa (jorl, cuánto tiempo si decir esto). Mañana no sé qué plan tendré, pero hoy he quedado con Alfonsa para irnos a dar una vuelta y que nos de el aire un poco (y eso que ya viene frío). Cuánto tiempo snif snif... (ahora veréis como terminamos en un pub lleno de borrachos y la música a toa leshe) (y encima, seguro que no me gusta la música) (ji ji ji). Mis padres no se lo creen, pero ahora cuando me ponga el traje de guerra, ya verán, ya, si salgo o no (lulilulilulilulilililililalalalalala) (contenta estoy, oiga) (veréis como se me jode la noche con algo) (mis euforias no duran mucho)

Este fin de semana tengo previsto pues:
1.Limpiar unas patas de una máquina de coser antigua que me dieron by my pretty face y tengo que arreglarla para que no se estropee (más de lo que está).
2.Colgar en mi habitación un cuadro que me dieron hace tiempo (la gente se cansa de algunas cosas y las da) (ME las da) (todo hay que decirlo, parezco una pordiosera, todo el mundo me da algo que sirve) (sólo me quedo lo que me gusta) (juas juas)
3.Ponerme con el curso online, que lo tengo pelín descuidado (hoy no he hecho ná) (es que los humanos tenemos la mala costumbre de comer todos los días y me tocaba hacer la compra) (otra mala costumbre es la de lavar la ropa que nos ponemos, con su consiguiente planchado)
4.Depilarme las cejas (¿se puede poner esto en un blog?) porque parezco de la UNICEJ. Y no hablo de los pelacos que tengo en las piernas porque pensaríais mu remal de mí.

Prefiero no hacer la lista muy larga porque siempre acabo haciendo todo lo contrario je je je je.

¿Sabéis cuándo me lamentaré de no haber trabajado este fin de semana? Cuando reciba mi nómina. Pero oyes, lo que se pierde el bolsillo, se lo gana el cuerpo y pa una vez que me apetece salir y tengo plan, pues hay que aprovechar.

¡Vivalviernes!

Etiquetas:

Por lo menos lo intenté (whahahahahaha...)

Me acuerdo que cuando era adolescente me gustaba muchísisisisisisisisisisisimo un chico del intituto (uno de tantos je je je, yo era muy enamoradiza). Cómo no, era el guaperas, el chico por el que tooooooooodas estaban locas. Yo, desde mi triste anonimato, era feliz viéndolo llegar con su moto, pasar por el pasillo, al tiempo que miles, qué digo miles, millones de féminas llenas de hormonas se abalanzaban sobre él. Yo sólo lo miraba, en silencio, jamás crucé una palabra con él. Y hablo de este chico porque jamás hice nada por conocerle, yo sólo lo miraba y me conformaba con ello. Vamos, si se le hubiera ocurrido tocarme con un dedo en la frente, me hubiera muerto de placer. Pero no se dio el caso, no ocurrió nada de eso, y mi experiencia con él fue nula. Nula no: inexistente.

Bueno, pues cuando eres joven y te lo crees todo (ahora no soy tan joven y sigo tragándome las cosas igual), piensas que hay cosas que funcionan. Me refiero a esos hechizos que salían en las revistas que nos comprábamos. Siempre había un apartado en donde te decían "Haz que se fije en tí", o "Hazle caer rendido a tus pies" y unos cuantos trucos en los que alternaban el misterio (no le demuestres que estás deseando quedar con él) con algo más contundente (elige algo trasnparente para insinuarle tu cuerpo). Mi mente clamaba venganza, puesto que yo no reunía un triste requisito para siquiera cruzar unas palabras con él (o con otro, el resultado siempre era el mismo), por lo que acabé mirando el otro apartado: el de hechizos y conjuros. Vale, lo reconozco, quise creer que funcionarían. Pero no. No funcionó ni uno. O tal vez los hice mal, a saber. Lo cierto es que ganas, le puse un rato.

Uno era muy fácil: escribe su nombre en un papel, mójalo, empápalo en azúcar y tíralo en la parte más alta de la casa. Y ahí me veíais a mí escribiendo todos los días su nombre en un papel y subir a la terraza y tirarlo arriba del todo. Yo creo que ese tejadillo estaría a punto de hundirse de las veces que repetí la operación, sin resultados. Cada día lo miraba para ver si había cambiado algo en él, pero no. Otro cutrehechizo era también escribir su nombre en un papel y meterlo en un bote de miel, y esconderlo en donde nadie pudiera verlo. Como me daba lástima estropear un bote de miel por eso, cogí uno vacío, hice lo que me decían, y lo escondí en el fondo del armario (en donde la ropa la tenía hecha un batiburrillo) (¿y quién no la ha tenido así alguna vez?). Tampoco funcionó. Dudé en si lo había visto alguien o la ausencia de la miel tenía algo que ver. En resumidas cuentas, yo sabía que con ese chico no tenía nada que hacer, por lo que miel que no estropeé y el bote vacío acabó como hucha. Je je je, eso era reciclaje.

Así que mi interés por él desapareció al igual que vino: de repente. De las revistas esas, me interesaron más las fotos para forrarme las carpetas que los consejos para conquistar a un chico. También servían para tener algo qué leer cuando ibas al baño. Se volvieron muy polivalentes ellas, oiga. Eso si: no volví a seguir ni un cochino consejo de los que daban. Se me quedó la frase del genio de la lámpara en la película de Aladdín: no puedes hacer que alguien se enamore de otro alguien (bueno, también la de no puedo resucitar a los muertos: es asqueroso y ¡¡¡huele muy mal!!!, pero eso no viene al cuento)

Luego me convertí en un ser escéptico en estos temas (escéptica hasta la médula) pero como sigo igual de ignorante que siempre en relación con todo lo demás, pues nada.

Eso sí: cuando cae en mis manos una revista con hechizos de ésos, me echo unas risas. Porque por lo menos, para reirse un rato, dan buen resultado.

Etiquetas: , ,

16 noviembre 2006

Esos pequeños detalles...

Vuelve la navidad, con fuerza. Y nada mejor para ello poner de nuevo a la venta esos deliciosos barquillos rellenos de turrón, con los que recuperar los 15 kilos que he perdido de un año para otro. Ahora que estoy perfecta (mi peso aún no llega a 70 kilos) (ji ji ji... divina), pienso ponerme ciega. Como no tengo problemas de azúcar, eso que me gano. El problema sería si tuviera diabetes... Oh, cielos, yo no concibo la vida sin azúcar... ¿Qué sería de mí llegado el caso? Bueno, esperemos que no se de el caso y, si se da, me lo tome con filosofía y mucha sacarina.


¿Ya sabéis qué vais a pedirle a los Reyes Magos? Porque, por si alguien no lo sabe, yo soy monárquica hasta la médula. Bueno, yo ya me he encargado mi autorregalo (porque yo lo valgo): un libro sobre la obra de Rembrandt, un pintor que me encanta. Y, cuando digo que me encanta, me refiero a que me pirra. Qué bien pintaba ese hombre, oiga... Quise imitarle, pero el óleo no es mi fuerte. Otra cosa es el lápiz, pero lo tengo bastante abandonado últimamente (estudios de fuerza mayor). Bueno, pero tengo un blog :D (¿hay algún sitio en donde quieran una escritora remunerada de blogs?)


Y alguien, que creo que me aprecia un poquito asín (.) me ha hecho un regalo. Vive dios que es un detallazo, grande, enorme y muy bien recibido. No me solucionará la vida, no me retirará de trabajar, no me pagará la hipoteca, pero me ha alegrado la vista.


...¿He dicho alguna vez lo perfecto que lo veo...? Pues lo afirmo (aquí una, que oposita para mujer objeto y superficial) Pero qué rebonito es... (suspiro)

Etiquetas: , ,

15 noviembre 2006

Hoy estoy antisocial (aviso)

Hoy me he cruzado, yendo al trabajo, con una compañera de instituto con la que tenía una buena relación. Hemos hablado un poco, pero yo notaba que ella me miraba extrañada las piernas. He supuesto que, debajo de la chaqueta, se me veía el uniforme de trabajo, que es un delantal. Entonces, ha disparado:
-Bueno, ¿y a qué te dedicas ahora?
-Estoy en un almacén de frutas-le he contestado de lo más normal.
-¡¡¡¡NO!!!!-me suelta toda asustada. Y yo:
-¡¡¡¡SI!!!!-y veo que me vuelve a decir que no con la cabeza, y yo me he reido y le he dicho que sí con la mía.
-¿Y eso...?
-Pues que cuando no hay lomo...
-Tía, pues no lo vayas diciendo por ahí...

Tocada y hundida. ¿Qué es lo que no puedo ir diciendo por ahí? OIGA, MUNDO, EOOOOOOOO: TRABAJO EN UN ALMACÉN DE FRUTA Y SOY DIPLOMADA. ¿Pasa algo? Pues no. Creo que sigo siendo la misma. SI antes era guay, seguiré siéndolo en el sitio en el que esté. Si antes era una imbécil, lo mismo de lo mismo. ¿Y qué pasa? ¿Es caer bajo? Bastante me están tocando los ovarios gente más cercana con sus risas idiotas porque yo, que tengo una carrera y ellos no, están trabajando en sitios importantes y bien remunerados, y yo no. Y que me tenga que conformar con esto, con carrera y todo. Que la gente es idiota, es algo que me lo están recordando cada día. Bueno, puedo pensar eso de que soy un genio incomprendido y todo eso... Claro que Van Gogh fue considerado un genio después de su muerte, pero en vida se comió los mocos, y además estaba zumbao. ¿Yo también estoy zumbada? ¿Yo también me comeré los mocos? ¿Yo también moriré pobre e ignorada? Ay, dios... Dame paciencia, pero dámela YA!!!

Pero ¿sabéis una cosa? Mi madre siempre me ha dicho que hay que saber estar en todos los sitios. Es algo con lo que crecido, lo he escuchado siempre. Y sé estar en todos los sitios. Que me gusten, es otra historia. Pero yo no abandono nunca un trabajo, sólo cuando tengo algo mejor. Y hasta que me salga, seguiré al pie del cañón con mi currito cutre, bastante bien pagado, hasta que termine por fin de contrato o por mejora de empleo. Que no me quiero dedicar a esto, creo que es obvio. Pero que no me quieran hacer pensar que he caído bajo porque me los como.

Otra cosa que dice mi madre es: Todo, veinte años después. Dentro de veinte años veremos quiénes están dónde y haciendo qué.

Quien la sigue, la consigue, pero quien espera, desespera. Malditos refranes...

Etiquetas: ,

Cuando no miras.

Cuando no miras, ignoras muchas cosas que son reales pero no te afectan. No miras, y no llegas a ver el alcance de muchas cosas que te rodean, pero que siguen ahí. Muchas veces es mejor no mirar, sobretodo si te quedas con los problemas ajenos. Pero es bueno mirar. Lo que no mata, fortalece, y eso es una buena señal. Señal de avance, de evolución, aunque hayan cosas que haya que dejarlas atrás.

Desde hace un tiempo, tengo el placer de conocer a una familia de saharauis. Y digo el placer, porque de verdad, son un encanto. Primero conocí al hombre, luego a la mujer. Después vinieron sobrinos, cuñados y hermanos. Sé a qué sabe su té de hierbas. Sé a qué suenan sus risas. Sé qué te dicen cuando te hablan de su pueblo. Sé quiénes son y lo que quieren: vivir. La hospitalidad que te ofrecen la encuentro en muy pocas casas, sólo que yo no quiero tomarme tanta confianza, ni con ellos, ni con nadie. ES gente que si pide algo, es información. Dónde encontrar un trabajo, dónde necesitan a alguien... No son como otros extranjeros o inmigrantes que conozco, que sólo quieren ayudas o dinero. Esta familia quiere vivir como cualquier otra, con su casa, con su trabajo pero sin mendigar a nadie. Son orgullosos, y eso me gusta.

Cuando hice limpieza en el armario y quise deshacerme de todo lo que ya no quería, enseguida pensé en ellos. Sin querer ofenderles, les ofrecí mi ropa, y ellos aceptaron, pero me preguntaron antes que, si acaso ellos no la utilizaran, la podrían llevar a alguna asociación para que las llevara a su pueblo. Yo les dije que con ella podrían hacer cuanto quisieran. La aceptaron encantados y me invitaron a su casa, a un té de hierbas, mientras contemplé atónita cuánto bailan el agua antes de servirlo.

Ahora ya no son unos conocidos, sino unos amigos. Cada vez que los veo, acabamos teniendo una larga charla, profunda y divertida, de cualquier cosa en general. Ahora, cuando se han enterado de dónde estoy trabajando ahora, me riñen un poco, porque dicen que valgo mucho para estar en un sitio así. Yo me río y les digo que ya me llegará mi turno... La mujer me dijo "tú eres brava, muy brava... Te mereces un buen empleo..." Y yo me río de nuevo. Porque entonces ellos y yo, nos merecemos un buen empleo. Porque yo soy brava simplemente porque les caigo bien. Y ellos son bravos, porque son valientes, luchadores, orgullosos... Qué puedo deciros de cómo es un saharaui...

Mi más profundo cariño a este pueblo y esta gente, que perdió su tierra y viven actualmente en campos de refugiados enmedio del desierto. Necesitan ayuda. Necesitan ropa. Necesitan justicia. Hay asociaciones para este pueblo que les hacen llegar toda clase de productos. Hacedme un favor: poned vuestro granito. Lo agradecerán.

Etiquetas:

14 noviembre 2006

Pero qué hacendosas estamos...

Aunque suene a permiso penitenciario, hoy nos han soltado pronto. Lo mismo, a final de mes cuando mire mi nómina, piense en ese par de horitas que pude haber hecho hoy, pero que vamos, que con mi curso online estaba casi deseandito llegar a casa y ponerme a ello. Y en ello estoy, pero necesitaba desconectar un poco, que no sólo de cultura vive el hombre y, como siga culturizándome a este paso, llegaré a ministra. Por lo menos (vamos, que le quito el puesto a Satrústegui y él será mi becario) (whahahahahahahaha, yo que viviré eternamente...)

Tengo sobre la mesa unos cuantos papelotes (unos cientos de hojas recién impresas) que me sirve como apoyo en mi curso. Hombre, me gusta, pero reconozco que a veces soy muy cortita para algunas cosas. Fallo en lo más simple. Así que a pesar de mi dedicación a tiempo completo fuera de horas de trabajo, voy más rezagada que el resto de los alumnos. Pero como que me da igual. Lo terminaré antes o después (y seguramente mucho después que el resto), pero lo importante es llegar hasta el final. Es que si no llego, no me dan el título, y tendría narices la cosa estar horas y horas frente a la pantalla para luego no conseguir nada en claro. O nada en papel que certifique que le he dedicado mi tiempo a algo y que lo acredite para un futuro empleo, que esa es otra.

Ahora para los empleos ya no me descartan, simplemente me ignoran. No me contestan de ningún sitio, seguramente se ha corrido la voz de que yo estoy estoy buscando otro trabajo y se están riendo un poco. Mientras hay vida, hay esperanza, y hasta que me llegue la edad de jubilarme y ya no puedan contratarme, yo seguiré insistiendo, oyes, que una no ha estudiado pa ná. O, al menos, eso intento. Je je je je... qué poco me gusta ya mi trabajo... (pero no se lo digáis a nadie, no sea que me despidan y me quede sin ná)

Así que nada, que yo sigo con mi curso, como buena niña aplicadita. Antes mi madre no entendía para qué tanto cursillo si ya tenía una carrera. Ahora me repite todos los días que cuantos más cursillos mejor, que en cuanto me salga algo mejor que lo que tengo, que salga corriendo. Eso intento, mami, eso intento...

Y como evolución en el blog, me he apuntado a la nueva versión de Blogger. Ole, ahora ya puedo mejorar la usabilidad y todo eso, etiquetar mis posts... Cuando termine con el curso (me tiene absorvida, oiga) enredaré un poco para ver cuánto puede dar más de sí esto. Pero poco a poco, no sea me emocione demasiado...

Niñas, niños... mañana más ¿vale?

Etiquetas: , , ,

12 noviembre 2006

Vamos a la cama, que hay que descansar...

...porque vaya madrugón me toca hacer... dentro de unas cuatro horas.

Toy matá, mataíta del todo. Pero bueno, qué le vamos a hacer, que se acerca el invierno, que en parte de España ya hace frío, y los cítricos son buenos para los resfriados (para los míos, como que no son muy efectivos, no), y hay que cuidaros, no sea que os pongáis malitos, con lo mala que se pone una cuando tiene los mocos que le llegan a la barbilla, y lo mal que queda y la mala impresión que da...

¿Sabéis una cosa que me gusta del otoño/invierno? Pues que cuando te metes en la cama -fría de narices-, al rato ya empieza a tener la temperatura perfecta, y claro, por las mañanas da más pereza el levantarse y sacar el pie de debajo de la manta... Pero la pela es la pela, y una no quiere vivir a expensas de nadie, así que...

Es otoño, esta noche hace fresqui y Morfeo me llama a gritos. Será escandaloso... Despertará a todo el mundo... Voy a buscarlo... Creo que es el único varón del mundo que no puedo evitar buscar todos los días...

...Ahora que pienso. El señor Roca también... je je je je.

Vale, vale: que me acuesto ya.

11 noviembre 2006

Llena tu vida de color.

Creo que todo el mundo sabe ya, a estas alturas, que me gusta más ver los anuncios que los programas de la tele.

Feliz fin de semana (yo me voy dentro de un rato a trabajar...) (¿no quería arroz? Pues toma tres tazas)

10 noviembre 2006

El retorno

Bueno, bueno, bueno, parece que esto zumba ya por fin. Ahora esperemos que no haya ninguna otra complicación y tenga ordenador para tiempo (mucho tiempo). Lo mismo son imaginaciones mías, pero desde que me he puesto el adsl esto va de mal en peor. No sé, lo mismo es la mala vida que le doy a este trasto. A saber. Pero bueno, lo importante es que he vuelto.

¿Qué os puedo contar? Pues que hoy hace calor, mucha calor. Teniendo en cuenta que ha caido una buena tromba de agua por aquí (me veía ya siendo rescatada, a mi pesar, del trabajo, por el (fabuloso) cuerpo de bomberos, para mi alegría, del trabajo en una zodiac) (la alegría sería por el cuerpo de bomberos, claro) Así que después de más de una semana de lluvias se hizo la luz por fin, que ya no me acordaba del color del cielo. El paraguas parecía una extensión de mi brazo (robocop pero en cutre). ¿No queríamos agua? Pues ale, ya tenemos todos.

Fijaos si soy aplicada, que en vez de ponerme al día en mi curso online, estoy escribiendo en el blog. Jurl jurl jurl, así llegaré a ministra.

He sido buena y no he tocado ninguna novela, he estudiado, porque están al caer un par de oposiciones que no puedo dejar de lado. Otras sí que las he dejado porque ya sería dispersarme demasiado, y una tiene su memoria, pero no es ilimitada. El que diga que el saber no ocupa lugar, tiene razón, pero no se puede aprender una todo de todas las disciplinas, ya prefiero centrarme, que me estoy yendo por los cerros de Úbeda y eso no puede ser bueno.

Así que ¡¡¡¡¡¡¡he vueltoooooooooo!!!!!!! la al al al ala la la la la la li li lolololo lerelelele. XD

08 noviembre 2006

Menos samba y mais traballar

Aunque no tengo aún el ordenador disponible (es lo que tiene el que haya explotado, que las piezas tardan en reconstruirse en su lugar original), os resumo lo acontecido en esta semana en la que habéis disfrutado del descanso de mis posts (forzoso, todo hay que decirlo). Además, tengo en curso un curso (valga la redundancia) onlain y gratuito, con certificado oficial, con el que deberé de ponerme al día en cuanto tenga el ordenata. Je je je, ahora se me acumula todo...

El trabajo es pesado. Fuerza física y todo eso. Mi espalda tiene pupita, pero ya procuraré yo de que no se resienta demasiado. Además, entre tanta persona allí, ahora resulta que soy un crack trabajando. Es ir a un sitio y decirme algo como joder, ojalá todos fueran como tú, que te haces enseguida con todo y le pillas el tranquillo. Vale, mi aptitud para los trabajos forzosos era ya más que evidente, pero era algo que quería evitar a toda costa. Pero ya vendrá mi oportunidad...

Además, una de las encargadas me mima. Yo lo único que hago es acatar cualquier orden que se me de y, cuando no tengo trabajo en el sitio, la busco para que me diga dónde ponerme, y eso se ve que le gusta. Podría escaquearme, al igual que hacen otras, pero eso les trae consecuencias, puesto que las ponen luego en sitios menos agradables. Los que me han tocado en suerte no es que sean maravillosos (ninguno lo es), pero reconozco que no estoy mal del todo. Y en vista del alto número de abandonos en la empresa, sigo pensando que tengo una situación privilegiada, aunque una de las encargadas ya me tienta a trabajar por las mañanas también, pero paso. Yo quiero trabajar, no quedarme allí a vivir durante varios meses. Es lo que tiene la temporada de cítricos, horarios eternos al día, de 15 horas diarias. No, paso. Es más, me río yo luego de las noticias cuando aparece un titular en el que a unos inmigrantes les hacen trabajar esa cantidad de horas al día y se denomina explotación laboral. Pues se ve que si son autóctonos, se llama temporada. Tiene cojones la cosa ¿eh?

Os echo de menos snif, snif. Tengo ganas de contar chorradas, de escribir esas pequeñas cosas que no me suceden (es que no me ocurre nada, párdiez). Bueno, sí, esta semana me he resfriado bastante (sip, de nuevo). Ya no sé cuántos resfriados llevo este verano-otoño. Dicen los investigadores que el enamoramiento es un buen antídoto para los resfriados. Pues se ve que yo ya no tengo ni un triste anticuerpo, porque anda que menuda rachita llevo... y eso que el invierno aún no ha llegado... (podemos hacer una porra para saber cuánto me voy a resfriar lo que queda de año)

Pues nada, jóvenes castores. En cuanto tenga acceso de nuevo, seguiré con el cutre blog. Y dejad que os diga una cosa... que sois estupendos. Yo más, claro... je je je