Hay una mandarina para tí
Ayer estaba en el trabajo cuando se acerca una de las encargadas con una sonrisa de oreja a oreja.
-Jeje... Tú eres Aldonza, ¿no?
-Si, claro...
-¿Y sabes si hay otra Aldonza en la empresa? Porque yo creo que no...
-No, que yo sepa...
-Pues mira, tengo una mandarina para tí.
Y como la Gemio en su programa, me pone en la mano una mandarina en la que se veía bien claro un nombre escrito a bolígrafo: AL-DON-ZA.
A mí me entró la risa, porque según contaba ella, entre los millones de mandarinas que vemos al cabo del día, teniendo que quitar lo podrido, lo manchado o las más feas, las deformes y las que no te comerías bajo ningún concepto (ni aunque te pagasen por ello), alguien tuvo el ojo lo suficientemente avizor como para ver que una mandarina tenía un nombre escrito. Llegamos a la conclusión de que alguien del campo se aburría, y escribió su nombre, o el de su chica, o a saber qué. Sea como sea, tuve el placer de saborear una mandarina que tenía toda la pinta de ser para mí. Y entre doscientas personas, que alguien tuviera la suficiente memoria de recordar mi nombre.
A ver si ahora me pasa lo mismo con un maletín lleno de billetes de 500, pero lo veo complicado. Je je je... Pero nostaríanadamal... ¿eh?
Eh, que lo de ayer es uno de mis bajones (que a mí siempre me entra la neura por algo). Yastoy bien (de momento jejejeje).
Y he rectificado el enlace de Jabi, que estrena blog. Recemos para que a este chico no le pase nada (si no sabes tú con quien has dao) (yo te he avisado ;D)
-Jeje... Tú eres Aldonza, ¿no?
-Si, claro...
-¿Y sabes si hay otra Aldonza en la empresa? Porque yo creo que no...
-No, que yo sepa...
-Pues mira, tengo una mandarina para tí.
Y como la Gemio en su programa, me pone en la mano una mandarina en la que se veía bien claro un nombre escrito a bolígrafo: AL-DON-ZA.
A mí me entró la risa, porque según contaba ella, entre los millones de mandarinas que vemos al cabo del día, teniendo que quitar lo podrido, lo manchado o las más feas, las deformes y las que no te comerías bajo ningún concepto (ni aunque te pagasen por ello), alguien tuvo el ojo lo suficientemente avizor como para ver que una mandarina tenía un nombre escrito. Llegamos a la conclusión de que alguien del campo se aburría, y escribió su nombre, o el de su chica, o a saber qué. Sea como sea, tuve el placer de saborear una mandarina que tenía toda la pinta de ser para mí. Y entre doscientas personas, que alguien tuviera la suficiente memoria de recordar mi nombre.
A ver si ahora me pasa lo mismo con un maletín lleno de billetes de 500, pero lo veo complicado. Je je je... Pero nostaríanadamal... ¿eh?
Eh, que lo de ayer es uno de mis bajones (que a mí siempre me entra la neura por algo). Yastoy bien (de momento jejejeje).
Y he rectificado el enlace de Jabi, que estrena blog. Recemos para que a este chico no le pase nada (si no sabes tú con quien has dao) (yo te he avisado ;D)
Etiquetas: mandarina
2La nobleza opina
At 2:57 p. m.,
Informática said…
Que bueno!
Ya lo decia Forrest Gump con lo de los bombones, nunca sabes que vas a comer... (o algo así), me alegro de que estes más alegre hoy (¿será efecto de la mandarina?).
Y bueno con lo del blog asumo el riesgo, no es que sea una persona muy valiente pero... De momento no entiendo como funcionan la mitad de las cosas asi que... igual me cargo yo solito el blog sin ayuda de tus influjos negativos.
Bueno lo dicho, zorionak!
Jabi
At 4:19 p. m.,
Anónimo said…
Me alegra que estes mejor y que se te haya pasado el bajoncillo ese.
Un besote enorrrrrme.
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