Y cuando acaba el año... el mogollón
Hace un par de posts que hablé de unas oposiciones que aprobé yo y medio mundo, de la cual sale ya mismo la bolsa de trabajo y, of course, la elección de destino de los primeros de la lista. PERO es que además, ha salido la otra, que aprobamos el otro medio mundo que quedaba y yo, por lo que ya puedo ser un pelín más feliz que ayer, pero menos que mañana (o eso espero gracias al bote del Euromillón).
Porque lo bueno de estar en una lista es estar (excepto cuando se trata de una lista negra), y como lista, lo que se dice lista, no soy mucho, pues nada, aprovecharemos el temporal y dejaremos que la marea nos lleve a buen puerto o, por lo menos, que algún transatlántico de lujo nos rescate y deje que utilicemos todos aquellos placeres que nos son vetados.
Más: me he apuntado a un curso de inglés (os estoy oyendo reir) que no sé cuándo empezará (viva la formación contínua) (on line, por supuesto) (y gratis) (jua jua), no sé si os lo dije. Bueno, salga como salga la cosa, podré decir mai tailor is rich con una pronunciación perfecta digna de los habitantes del centro de Soumpthamthom, o como se diga (y si no se llama así, le cambiamos el nombre, que sin problema) (y que se jodan) (les ha tocao)
Y como no tengo ni idea de cómo lo tengo este fin de semana en cuestiones laborales (trabajamos según pedidos), no puedo hacer planes con nadie (léase BraulioProf), así que aprovecharemos si salimos pronto del tajo para una copilla o dos. Quería que nos fuésemos de comida a un chalet que tienen unos amigos (bueno, sus padres) cerca de aquí, pero casi que no cuenten conmigo. Primero, por mi incompatibilidad de horarios con él y con todos los mortales del mundo. Y segundo, porque me da palo llegar con él a un sitio lleno de gente que apenas conozco o no conozco de nada, y ser su acompañanta oficial de turno. Total, si ni siquiera ha osado darme un besito y ya quererme presentar en sociedad... sin anestesia ni ná...
Y tengo un problema. Enorme. Es que Alfonsa tiene una boda y no le gusta nada de lo que tiene, por lo que quiere venir a revolucionarme el armario y ver qué tengo yo que le guste para la ocasión. Ya veréis cómo el famoso vestido turquesa que-se-te-sale-una-teta-niña será en el que se fije (como que es el nuevo, no nos conocemos ni ná) El problema no es dejarlo, sino cómo me lo devolverá... (lo dicho: anda que no nos conocemos ni ná)
Bueno gente del mundo: me piro a mis quehaceres diarios. Las piernas siguen siendo una selva insondable, gracias por vuestro interés, pero espero remediarlo ya mismo, no sea que tenga un accidente, y me vean en semejante estado y piensen... Bueno, ya sabéis lo que se suele pensar (joer, si lo hago hasta yo).
Sed felices cual perdices.
Porque lo bueno de estar en una lista es estar (excepto cuando se trata de una lista negra), y como lista, lo que se dice lista, no soy mucho, pues nada, aprovecharemos el temporal y dejaremos que la marea nos lleve a buen puerto o, por lo menos, que algún transatlántico de lujo nos rescate y deje que utilicemos todos aquellos placeres que nos son vetados.
Más: me he apuntado a un curso de inglés (os estoy oyendo reir) que no sé cuándo empezará (viva la formación contínua) (on line, por supuesto) (y gratis) (jua jua), no sé si os lo dije. Bueno, salga como salga la cosa, podré decir mai tailor is rich con una pronunciación perfecta digna de los habitantes del centro de Soumpthamthom, o como se diga (y si no se llama así, le cambiamos el nombre, que sin problema) (y que se jodan) (les ha tocao)
Y como no tengo ni idea de cómo lo tengo este fin de semana en cuestiones laborales (trabajamos según pedidos), no puedo hacer planes con nadie (léase BraulioProf), así que aprovecharemos si salimos pronto del tajo para una copilla o dos. Quería que nos fuésemos de comida a un chalet que tienen unos amigos (bueno, sus padres) cerca de aquí, pero casi que no cuenten conmigo. Primero, por mi incompatibilidad de horarios con él y con todos los mortales del mundo. Y segundo, porque me da palo llegar con él a un sitio lleno de gente que apenas conozco o no conozco de nada, y ser su acompañanta oficial de turno. Total, si ni siquiera ha osado darme un besito y ya quererme presentar en sociedad... sin anestesia ni ná...
Y tengo un problema. Enorme. Es que Alfonsa tiene una boda y no le gusta nada de lo que tiene, por lo que quiere venir a revolucionarme el armario y ver qué tengo yo que le guste para la ocasión. Ya veréis cómo el famoso vestido turquesa que-se-te-sale-una-teta-niña será en el que se fije (como que es el nuevo, no nos conocemos ni ná) El problema no es dejarlo, sino cómo me lo devolverá... (lo dicho: anda que no nos conocemos ni ná)
Bueno gente del mundo: me piro a mis quehaceres diarios. Las piernas siguen siendo una selva insondable, gracias por vuestro interés, pero espero remediarlo ya mismo, no sea que tenga un accidente, y me vean en semejante estado y piensen... Bueno, ya sabéis lo que se suele pensar (joer, si lo hago hasta yo).
Sed felices cual perdices.
Etiquetas: oposiciones, problema, vestido
0La nobleza opina
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