Extraña
Cuando empecé las clases no imaginé que ese chico que se presentó como el profesor del curso, unos meses mayor que yo, iba a tener algún interés en mí. La verdad es que el mirar únicamente a una persona, y el admirarla por lo que ves, no te aporta nada más que una grata visión. En cambio, cuando empezó a entrometerse en mis conversaciones tan informales con Fräulein y a participar en ellas, me enseñó que, además de curioso, era un buen conversador.
Tras esa imagen de niño malo, se escondía una persona muy sencilla. Me gustaba cómo se sonrojaba cuando bromeaba con él. Me gustaba la paciencia con la que explicaba algún punto del tema que no entendíamos. Me hacía mucha gracia cuando perdía la paciencia y se quedaba riéndose sin decir nada, moviendo la cabeza de un lado a otro. Yo lo veía atractivo, sólo eso, pero mi interés en él era casi nulo. El curso me hizo mucho bien porque entretuve mi cabeza para no pensar en lo que no debía, y en decidir qué era lo mejor para mí. Mi vida tenía que seguir, y ese curso fue un gran alivio. Aprendí mucho, pero conseguí, más que olvidar, no pensar. Y hasta hoy.
Casi a mediados de curso, yo ya estaba convencida de que el interés que tenía BraulioProf en mí era real, no era nada que pudiera imaginarme. Además, yo no estaba pendiente de él. Pero si, por una de ésas, se sentaba a mi lado para realizar algún ejercicio en mi equipo, siempre hacía que su pierna rozara la mía. Yo me apartaba, creyendo que era un accidente, pero cuando era siempre y cada vez cuando lo hacía, entendí que no era fortuito. Nunca era fortuito. Al explicarme las cosas, bajaba la vista y miraba la pantalla o al teclado, pero cuando me miraba, notaba un rubor leve en su cara. Y yo me ponía nerviosa. ¿Se sonroja al mirarme tan de cerca? A veces, al explicarme las cosas, se quedaba en blanco y me tenía que preguntar qué me estaba diciendo. Algunas veces era yo que, pendiente de su comportamiento, dejaba de escuchar, y tenía que decirle "mira, empieza desde el principio", y así él no notaría que yo también me fijaba en él.
Desde que terminamos el curso, pocas veces han sido las que he hablado con él. Me lo crucé un par de veces por la calle, y coincidimos alguna vez en el msn. Y tanto en unas como en otras, se nos iba el tiempo hablando de nada en general. Aún pienso que no lo conozco lo suficiente, que no he compartido con él más que algunas cosas, y que no confío en él como podría hacerlo. Pero no me desagrada en absoluto. Y el que nos hayamos encontrado este fin de semana , y el que hayamos estado juntos tantas horas, me ha gustado mucho. Somos diferentes, no veo en él a un alma gemela ni nada parecido. Conectamos, nos caemos bien y nos gustamos, pero creo que, salvo eso, no hay nada más. O nada más de momento. A mí me costó mucho salir del bache y ahora, el verme cortejada por un nuevo galán... me hace sentir extraña. Es como el refrán que dice una mancha de mora con otra verde se quita. No sé si se quita. Y si se quita, no creo que sea así. Lo que sé es que no quiero estar eternamente de duelo, a lo Bernarda Alba.
Esta noche se ha conectado al msn y me ha tenido entretenida, a años luz del curso que estoy haciendo, preguntándome por el trabajo, o si podemos quedar este fin de semana. Mirad las horas que son. Ya estará dormido. Yo aún sigo despierta.
Y lo que me da miedo es que alguno de los dos se haga daño si esto empieza. Porque sé que yo no seré la que más sufra.
Es que no veo dónde está la gracia si haces daño a otra persona en estas cosas...
Tras esa imagen de niño malo, se escondía una persona muy sencilla. Me gustaba cómo se sonrojaba cuando bromeaba con él. Me gustaba la paciencia con la que explicaba algún punto del tema que no entendíamos. Me hacía mucha gracia cuando perdía la paciencia y se quedaba riéndose sin decir nada, moviendo la cabeza de un lado a otro. Yo lo veía atractivo, sólo eso, pero mi interés en él era casi nulo. El curso me hizo mucho bien porque entretuve mi cabeza para no pensar en lo que no debía, y en decidir qué era lo mejor para mí. Mi vida tenía que seguir, y ese curso fue un gran alivio. Aprendí mucho, pero conseguí, más que olvidar, no pensar. Y hasta hoy.
Casi a mediados de curso, yo ya estaba convencida de que el interés que tenía BraulioProf en mí era real, no era nada que pudiera imaginarme. Además, yo no estaba pendiente de él. Pero si, por una de ésas, se sentaba a mi lado para realizar algún ejercicio en mi equipo, siempre hacía que su pierna rozara la mía. Yo me apartaba, creyendo que era un accidente, pero cuando era siempre y cada vez cuando lo hacía, entendí que no era fortuito. Nunca era fortuito. Al explicarme las cosas, bajaba la vista y miraba la pantalla o al teclado, pero cuando me miraba, notaba un rubor leve en su cara. Y yo me ponía nerviosa. ¿Se sonroja al mirarme tan de cerca? A veces, al explicarme las cosas, se quedaba en blanco y me tenía que preguntar qué me estaba diciendo. Algunas veces era yo que, pendiente de su comportamiento, dejaba de escuchar, y tenía que decirle "mira, empieza desde el principio", y así él no notaría que yo también me fijaba en él.
Desde que terminamos el curso, pocas veces han sido las que he hablado con él. Me lo crucé un par de veces por la calle, y coincidimos alguna vez en el msn. Y tanto en unas como en otras, se nos iba el tiempo hablando de nada en general. Aún pienso que no lo conozco lo suficiente, que no he compartido con él más que algunas cosas, y que no confío en él como podría hacerlo. Pero no me desagrada en absoluto. Y el que nos hayamos encontrado este fin de semana , y el que hayamos estado juntos tantas horas, me ha gustado mucho. Somos diferentes, no veo en él a un alma gemela ni nada parecido. Conectamos, nos caemos bien y nos gustamos, pero creo que, salvo eso, no hay nada más. O nada más de momento. A mí me costó mucho salir del bache y ahora, el verme cortejada por un nuevo galán... me hace sentir extraña. Es como el refrán que dice una mancha de mora con otra verde se quita. No sé si se quita. Y si se quita, no creo que sea así. Lo que sé es que no quiero estar eternamente de duelo, a lo Bernarda Alba.
Esta noche se ha conectado al msn y me ha tenido entretenida, a años luz del curso que estoy haciendo, preguntándome por el trabajo, o si podemos quedar este fin de semana. Mirad las horas que son. Ya estará dormido. Yo aún sigo despierta.
Y lo que me da miedo es que alguno de los dos se haga daño si esto empieza. Porque sé que yo no seré la que más sufra.
Es que no veo dónde está la gracia si haces daño a otra persona en estas cosas...
Etiquetas: pensamiento
5La nobleza opina
At 9:48 a. m.,
Anónimo said…
Pero si no lo intentas no sabras nunca si hubiese funcionado. Para mi es peor la duda por no haberlo intentado que fallar en el intento, lo prefiero mil veces.
Suerte, Eva.
At 12:48 p. m.,
Anónimo said…
Mi amol!!! Déjate llevar! No hay nada más bonito que cuando una "relación" empieza. A parte estoy de acuerdo con Eva, si no te lanzas nunca sabrás lo que pudo pasar, alomejor es tu príncipe azul...(Por otro lado tengo que decirte que estoy "pelo" mosca, que calladito te lo tenías sinvergüenza...). En cuanto a lo de hacer daño a la otra persona, creo que siendo los dos mayorcitos, si decís lo que cada uno quiere, no creo que haya ningún problema. Ánimo guapísima, ya verás como todo saldrá bien, y si no..., eso que se lleva el body!
P.D.: Ayer por la tarde me acordé de tí, vi en el super un aparador lleno de barquillos rellenos de turrón y... no me pude resistir, me compré un bote! Por la noche, el primero que me comí, lo hice a tu salud.
Smuack!
Patri
At 3:01 p. m.,
Anónimo said…
Podrias haber titulado este post Miedo... El miedo siempre anuncia indecisión, riesgo, titubeo.
Un beso.
At 4:26 p. m.,
Satrústegui said…
Este mundo es de valientes como siempre digo. Las posibilidades de que te hagan daño son altas, para que te voy a mentir. Sin embargo lo bueno que se puede conseguir compensaría altamente el riesgo vivido.
La historia con mi catalana, a la que extraño mucho aún, me duele todos los días y me suele hacer pensar si no sería mejor dejarse de estas cosas del corazón y dedicarse exclusivamente a la labor intelectual. Pero no, enseguida recuerdo que todo el mundo sigue adelante y que yo también. Así salgo al mundo y espero encontrarme con aquella chica (o George Cloney) que quiera alegrarme el día a cambio de un poco de amor.
At 11:59 a. m.,
Anónimo said…
eso es aldonza, perder el miedo y lanzarse que en el amor y el sexo no hay garantías pero lo que puedes disfrutar mientras vale la pena.
un besazo.
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