La princesa que no quería ser rescatada

...y el dragón fue testigo de cómo escalabró al príncipe.

30 diciembre 2006

Tres días libres (y olé)

Hasta el año que viene, ya no trabajo (eh... qué bien suena esto, ¿¿¿¿eh???). Lalechenbote... anda que no me he hartado de tanto trabajar... Es que hay unos pedidos urgentísimos... Una mierda! Que una es ignorante hasta la médula, es algo que he demostrado a lo largo de este año, pero que yo sepa, hasta donde mi mente cortita y dispersa llega, para las doce campanadas se sigue tomando uvas, no naranjas (y pensad que, además de ser más grandes, la monda es mucho más amarga que la de la uva). Bueno, sea lo que fuere (si es que lo hubo :P), el trabajo ya está hecho y a partir de la semana que viene recupero mi horario normal y corriente como el agua de la fuente.

Han sido dos días intensos de árdua labor remunerada que me vendrá muy bien en mi salario profesional, a cobrar en cheque. Y me apuesto los dientes nuevos a que me lo darán el viernes por la noche o el sábado (vale, lo reconozco: me he gastado casi todo el premio de la primi en regalos) (y en ropa) (jua jua)

Así que hoy, que he tenido el inmenso placer de laborar trece horas (he batido mi propio récord si no quería volver mañana) (y mañana yo ya no estaría viva) (podéis envidiarme, si yo os dejo...), que no tenía ganas de ná, nada más llegar a casa, he cancelado todas mis citas (qué manía la mía de pluralizar), he cenado, me he tomado mi café con leche condensada, me he puesto mi pijama (y sin ducharme, ¡ojo, qué peligro!), y me he metido en el sobre... cuando a los vecinos de al lado les ha dado por dar golpes en la pared y me he desvelado. Me he levantado cuando mis padres se acostaban, pongo la tele... y me veo a un esperpento en andandaráscoraçao. Casi vomito mi primera papilla. Como mi religión no me permite ver semejantes cosas, he decidido meterme en el internés, que lo tengo abandonao (dormir o conectarme... una dura decisión, señores)

Pero tengo tres días libres. Lo malo es que no sé muy bien dónde estaré en las campanadas de final de año. Veréis: el hermano de mi padre está chungo, y parece ser que, si empeora, lo ingresarán en un hospital de Madrid. En esta familia tenemos una bonita tradición: si pasa algo malo, tós p´alante p´acompañar. Así que me veo el domingo por la noche en el Doce de Octubre con las doce uvas (o las doce naranjas) en el peor de los casos, o en a saber dónde, porque la verdad es que no tengo aún ni idea de dónde iremos (qué bonito el plan, porque si no sabes dónde vas, acabarás en cualquier sitio) (que lo digo yo) De todas maneras, ese hospital lo tengo más visto que la estación de Atocha, porque por motivos de salud de varios familiares, he estado allí muchas horas en varias ocasiones. A mí me gusta Madrid, pero... joer... (¿se podrá fumar aún en la entrada o habrá que salir del recinto hospitalario?) (Chispis... hace mucho frío por allí, ¿no?)

De todas maneras, opino que tíos no hay muchos, y nocheviejas habrán eternamente y por los siglos de los siglos.

Cambiando de tema: hace un año escribí esto y he recibido comentarios criticándome por ello. Vale, pues ahora quiero que leáis esto. Además, el día de Navidad este hecho tuvo su noticia hablando de lo mismo en Telecinco. Que una habla, pero no por hablar. ¿Veis lo que sí hace la ignorancia? La mía no, porque la mía es mucho más mayor y mucho más enorme que la de mis detractores, of course...

Bueno, voy a ver qué hay por ahí... hasta que me entre sueño.

Nas noches!

Actualización de las 3:54. Acabo de apretarme una caña de chocolate. Ahora si que me voy a dormir.

Etiquetas:

Esos comentarios...

3La nobleza opina

  • At 7:50 p. m., Anonymous Anónimo said…

    Hola, no sabía que la gente se tomara tan en serio lo de Papá Noel (lo digo por el de tu post del año pasado). A mí me ha gustado mucho tu defensa de las tradiciones, además, llevo unos días leyéndote y me lo paso muy bien. Te deseo lo mejor para 2007, que encuentres el trabajo que tanto deseas y que se estabilice tu vida sentimental (queda un poco cursi dicho así...) Y que pases una Noche Vieja estupenda lejos de cualquier hospital comiendo 12 gajos de naranja (peladitos) y brindando con cava y alegría. Besos, maja!, y a mantener el sentido del humor.

     
  • At 1:00 p. m., Anonymous Anónimo said…

    llego tarde a responderte lo del frio de madrid, lo siento.... pero como no estaba en madrid, tampoco te hubiera ayudado :)
    a lo que si llego a tiempo es de desearte un feliz año nuevo.
    un besote enorme, wapa.

     
  • At 1:01 p. m., Anonymous Anónimo said…

    la de arriba soy yo, que se me corto la conexion...

     

Publicar un comentario

<< Home