La princesa que no quería ser rescatada

...y el dragón fue testigo de cómo escalabró al príncipe.

06 octubre 2006

Qué bonito es el amor...

Cuando regresaba a casa, he visto a una parejita, de unos quince años, sentados en un portal haciendo manitas. Oh, qué bonito, he pensado, y con el hambre que hace a esas horas, en vez de comer, haciéndose cariñitos. Bueno, pues a medida que me acercaba, iba escuchando su conversación:

-Suelta...-decía ella.
-Que noooooooooooooooooooooo (pero sonaba a enaaaaaaaaaaaaa)
-Suelta, tonto, que me haces daño...
-Enaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa....
-Ay, que me tuerces el dedo...
-Enaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa...
-¡Ay, que me haces daño!¡Suelta!
-Enaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa...
-MECAGÜENLAPUTAHOSTIASUELTAQUEMEHACESDAÑOJODERRRRRRRRRRRRR
-Enaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa...

Escuchado esto, creo que esos dos no sabían distinguir entre hacer manitas y la tortura china.

Ale, feliz viernes.
Esos comentarios...

1La nobleza opina

  • At 8:18 p. m., Anonymous Anónimo said…

    De esto concluyo que el amor es una tortura... como la canción de Shakira.

     

Publicar un comentario

<< Home