En un lugar de la Mancha...
Es curioso comprobar cómo, a lo largo de la historia de la literatura universal de hoy y de siempre, aparece el socorrido tema del caballero andante que ha de socorrer a una princesa que necesita ser rescatada. Al igual que pasa en el Quijote, lo mismo las princesas no vemos el peligro porque será que no lo hay. Al igual que el dolor del amante que sufre porque su amada no le hace ni puñetero caso. Puede ser, tal vez, a lo mejor y quizá, que ni nos hayamos dado cuenta de que él existe, otro tanto de lo que nos puede pasar a nosotras. Pero nosotras no vamos con toda la parafernalia de los caballeros, contando batallitas o haciendo ver que hemos matado a siete de un golpe. Porque contar algo así es más parecido al Sastrecillo Valiente que cualquier hazaña de un héroe de época.
La princesa que no quería ser rescatada será un blog en el que se hable de todo y de nada. Se aceptará, dentro de unos límites, cualquier comentario que se haga.
Este blog se lo dedico a la gran Ardelia Lortz. Por hacerme reir.
Y dicho esto, que empiece el espectáculo...
La princesa que no quería ser rescatada será un blog en el que se hable de todo y de nada. Se aceptará, dentro de unos límites, cualquier comentario que se haga.
Este blog se lo dedico a la gran Ardelia Lortz. Por hacerme reir.
Y dicho esto, que empiece el espectáculo...
0La nobleza opina
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